Una mirada contracatastròfica

Joan Yago y Enric Puig

Actividad
Itinerario narrativo de La irrupción | 09.06.2022 - 21.08.2022 | Más información sobre la exposición

Leo Contra la distopía, el nuevo libro de Francisco Martorell Campos, que hace unos años me fascinó con Soñar de otro modo. En las primeras páginas me encuentro con una pregunta:

¿Qué relatos nos estamos contando? ¿Qué efectos políticos originan? Respuesta telegráfica: nos contamos relatos distópicos que, en contra o no de su voluntad, amplifican el desaliento y la desconfianza. [...] Pero la generalidad de las distopías, hasta las más penetrantes y socialmente comprometidas, se limitan a reafirmar a los ya convencidos y a proveer un par de argumentos extra.

Cierro el libro. Y, mientras salgo del metro, pienso que solo podemos crear las cosas que somos capaces de imaginar, y me pregunto si, en un presente en el que el esfuerzo imaginativo contracatastrófico resulta ser (además de francamente extenuante) poco comercial, es posible seguir creando cosas nuevas. Es una pregunta que me hago obsesivamente; casi todos los días. Me pregunto si tiene sentido intentar crear y, a continuación, me pregunto qué sentido tendría dejar de hacerlo. Llueve. Cruzo la puerta de un antiguo convento del siglo xvii mientras recuerdo las palabras de Andrei en Las tres hermanas (Anton Chéjov, 1901):

El presente es detestable, ¡en cambio, cuando pienso en el futuro me siento tan bien, tan aliviado! Veo el horizonte y una luz que se perfila en la distancia, veo la libertad, veo como yo y mis hijos nos liberamos de la ociosidad, del ganso con col, del amodorramiento tras el almuerzo y de este parasitismo miserable...

Ya estoy dentro. Durante los próximos setenta minutos, intentaré no pensar en el fin del mundo.

 

Piezas

1. Nikolas GomesConcerto para Piano e Pandemia link

Metabolizar el exceso de información por medio de los sentidos, aprender a andar en la tormenta. El autor habla de “percibir los datos en lugar de intentar entenderlos racionalmente”. Sonrío cuando pienso que, llegados a un nivel de complejidad, la única forma de optimizar nuestra capacidad de procesamiento es precisamente abandonarse al antiguo misterio de las melodías y los ritmos. Pienso en un señor que vi hace unos años en la tele: aseguraba ser capaz de leer códigos QR a simple vista, como si fueran un idioma antiguo y telúrico cuyo aprendizaje solo pide tiempo y paciencia.

 

4. Jane Mi, ゴジラ/ɡɒdˈzɪlə link

Structurally, there’s no discernible difference. Life and death are unquantifiable abstracts. Why should I be concerned?
Dr. Manhattan (Watchmen)

Pienso en las silenciosas sequías e inundaciones de J. G. Ballard, en el alegre apocalipsis tropical de Talking Heads en Nothing but flowers. ¿Es este un pensamiento catastrófico? Uf. Quizás sí. La humanidad –me digo entonces– es bella, pero no es necesaria. Desde un punto de vista estructural tampoco lo es la vida. La naturaleza, en su forma más indómita e inerte, ya es una creación inigualable, una maravilla sobrecogedora. Sigo caminando.

 

6. Sara Dean + Beth Ferguson + Marina MonsonísTools for a Warming Planet link

Dicen sus creadoras que esta colección quiere dar herramientas para responder con urgencia al futuro incierto de nuestro planeta a través del arte, el activismo y la tecnología”. Pienso entonces que la épica supervivencialista siempre se despliega en escenarios poscatastróficos, cuando el implacable colapso ya ha arrastrado a los débiles y los humos del hongo nuclear comienzan a disiparse. ¿Por qué no pensar en un supervivencialismo preapocalíptico? O incluso, como proponen las creadoras, antiapocalíptico. ¿Dispones de herramientas para cambiar el mundo? Pues no creas que atesorarlas en un búnker a cinco metros bajo el suelo te va a servir de algo. Sácalas a la luz, compártelas y asegúrate de usarlas hasta que se te acaben las fuerzas.

  

7. Kasia Molga, How to Make an Ocean link

Siempre he sentido una profunda admiración por la gente que llora. Que sabe llorar. Cuando era pequeña las lágrimas eran llamas: fuerzas destructoras de las que los adultos debíamos protegernos y que los adultos debían correr a extinguir. Yo entonces no era consciente de que las llamas también nos servían para calentarnos o para hervir el agua como tampoco era consciente de que las lágrimas contienen analgésicos naturales. Sonrío. Me echo a reír. Pienso en los astronautas de la Estación Espacial Internacional, en la poderosa tecnología que han inventado para extraer oxígeno de su propia orina. Me digo: “Seremos imbatibles el día que aprendamos a reciclar la tristeza. A utilizarla para cultivar nuestros alimentos, para cargar las baterías de nuestros teléfonos”. Me quedo un rato así, sonriendo con cara de tonta. 

 

9. Nooroa TapuniWaiting for Other link

Leí un artículo sobre las tribus indígenas de la confederación iroquesa y su principio de la séptima generación. Esta ley sagrada establecía que el jefe de la tribu, antes de tomar cualquier decisión relevante (talar un bosque, declarar una guerra, etc.), debía tener en cuenta el efecto que esta pudiera tener sobre las siete generaciones siguientes y proceder únicamente de modo que las repercusiones fueran positivas o inocuas. El artículo lo leí en una web de dudosa fiabilidad, pero el caso es que no he vuelto a comprar un billete de avión o alquilar un coche sin pensar, aunque solo sea un momento, en la gente que vivirá en el mundo de dentro de ciento cuarenta años. Se me ocurre una idea: “Los fantasmas que nos acompañan no están detrás de nosotros, en el pasado, sino que los tenemos delante.” Se hace tarde, sigo.


10. Joelle DietrickTally Saves the Internet link

Un día explicaremos a nuestros nietos que, cuando éramos jóvenes, nuestros dispositivos portátiles escuchaban nuestras conversaciones y registraban datos privados sin nuestro consentimiento, que lo hacían incluso cuando estaban apagados. ¿Cómo reaccionarán nuestros nietos ante esta noticia? ¿Se llevarán las manos a la cabeza escandalizados? ¿O arrugarán la frente asombrados ante la idea de que los dispositivos de nuestra época se pudieran apagar? Pienso en internet. En cómo utilizamos internet. Y visualizo una carretera que serpentea frente a la costa hace sesenta años. Una familia de cuatro miembros viaja a toda velocidad en un raquítico ciclomotor. Nadie lleva casco. Nadie tiene miedo. La imagen es romántica, tierna y terroríficamente irresponsable. Siento una simpatía sincera por Tally, por sus ojos inocentes y curiosos, y viene a mi mente una frase que, seguramente, es de alguna peli: “La vida consiste en combatir monstruos”.

 

12. Marina NúñezStill Life (Tornadoes) & Still Life (Swell) link

Nunca había advertido la dureza del término naturaleza muerta. Wikipedia dice que “engloba representaciones de animales de caza, fruta, flores, utensilios de cocina, de mesa o del hogar”. La versión inglesa añade que "ocupa el rango más bajo en la jerarquía de los géneros, pero es extremadamente popular en el mercado”. Ahora llevaba un rato sin pensar en la catástrofe, en la inevitable catástrofe, pero estos cuadros vibrantes y tormentosos me la han vuelto a colocar delante. Y es tan bonita... Entonces me entero de que el término inglés para definir naturaleza muerta es still life. Levanto las cejas y pienso que puede traducirse literalmente como ‘vida quieta’, pero también como ‘vida a pesar de todo’. Y mientras me acerco para ver mejor las fuerzas naturales atesoradas dentro de vasos de cristal delicado, pienso “vida a pesar de todo” y estoy casi convencida de que, si me quedo un rato quieta, ahora sí, me caerá una lágrima. Una tan grande y tan viva como un océano.

 

 

Enric Puig Punyet
Doctor en filosofía e investigador especializado en el análisis de las nuevas funciones de las instituciones en el giro digital. Actualmente es director del Santa Mònica, y anteriormente lo fue de la fábrica de creación La Escocesa, donde impulsó varios proyectos de investigación y el Proyecto CO-, respuesta institucional a la pandemia del Coronavirus. Tiene una larga experiencia como docente universitario y como comisario de exposiciones, festivales y ciclos en el entorno de temáticas vinculadas a las artes visuales, el cine, la filosofía y los cambios que la digitalización ha provocado en la sociedad y la cultura. Impulsó en el CCCB Enter Forum. International Forum on Internet and Privacity, congreso sobre internet, creatividad y sociedad. Colabora habitualmente en varios medios como Le Monde Diplomatique, La Maleta de Portbou o El Periódico de Cataluña. Es autor, entre otros, de los libros La cultura del ranking (Bellaterra, 2015), La gran adicción (Arpa, 2016), El dorado. Una historia crítica de internet (Clave intelectual, 2017) y Los cuerpos rotos. La digitalización de la vida tras la covid-19 (Clave intelectual, 2020). También es autor, con Yves Charles Zarka, de La Tierra no noes pertenece (NED, 2017).

 

Joan Yago (Barcelona, 1987)
Es licenciado en Dirección i Dramaturgia por el Institut del Teatre de Barcelona. Ha escrito obras de teatro como De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda (Premio Butaca al mejor texto 2021), Els Ocells (2019), Sis personatges - Homenatge a Tomás Giner (2018), Fairfly (Premios Max 2018 a autor revelación y espectáculo revelación, Premios Butaca 2017 al mejor texto y espectáculo de pequeño formato. Premio de la Crítica 2017 al mejor espectáculo de pequeño formato), You say tomato (Premio de la Crítica Serra d’Or al mejor texto teatral 2016), Un Lloc Comú (Bromera Ediciones – Premio Ciudad de Alzira 2014), Bluf (Premio Quim Masó 2014), Sobre el fenomen de les feines de merda (2015), Aneboda-The Show (2014), La Nau dels Bojos (Premio Adrià Gual 2012), L’Editto Bulgaro (2012), Martingala (2012), República Bananera (2012), No sóc Dean Moriarty (2011), o Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (Premio del público y Premio del jurado en Fira Escènia 2010). También es creador y guionista de la serie Mai neva a Ciutat (IB3) y del mediometraje Snegovik (El Terrat-TV3). 

 

Continua la visita: https://santamonica.builders/isea/utopies 

 

 

Otros itinerarios que puedes hacer:

- Sobre monstruos, fantasmas, zombies y otros seres terroríficos, Paula Bruna y Marta Gracia Valladares link
- Espaciotiempos (in)deseados, Daphne Dragona y Jara Rocha link
- Tecnologías para los festivales de los múltiples fines, Paz Peña O. link
- Estados de emergencia: el arte en tiempos de pandemia, Israel Rodríguez Giralt link
- Un enemigo como el futuro, Ian Alan Paul link
Grupo Contraimaginarios Postpandémicos link