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El grupo Contraimaginarios Postpandémicos, en residencia en el Santa Mònica durante el 2022, investiga la hegemonía del imaginario impuesta desde el régimen político de la pandemia y qué contraimaginarios resisten. Nuestra perspectiva, dirigida a la exposición La irrupción, crea un recorrido particular por la exposición que te proponemos. En el camino, apuntamos a desbordar las narrativas hiperabundantes, inmateriales y ultraexpertas de lo tecnológico/digital; seguir el rastro de las marcas en la tierra del complejo digital; enfrentar la crueldad de la mirada de la inteligencia artificial en sus sesgos de género, raza, clase, capacitismo; desmontar la falsa aceleración del tiempo simulada por una estética de la superproductividad, y reconocer el muy real agotamiento que nos provoca. En el fondo del agotamiento tal vez se halle una potencia negativa y una fuerza radical antisistémica. Una vez traicionado el mundo de boxes monitorizados, proponemos la escucha de historias de cuerpos individuales y colectivos, tiempos múltiples y no lineales, de formas de transcodificación, interconexión e interacción que apuntan a un buen vivir. Y con ellas, subjetividades o formas de enunciación cosmosituadas.
Lo digital no es virtual, es territorio.
Piezas
Rosell Meseguer, Quadra Minerale – Rare Earths
En un conjunto de objetos, mapas, libros, fotografía, minerales, esta pieza nos lleva a esa conexión, a recorrer incómodamente (y necesariamente) la relación de uso y despojo que hemos establecido con lo que nos rodea.
La materialidad que subyace a la producción de las tecnologías digitales, su globalización y su velocidad, queda invisible en su uso. Mirar más allá de la pantalla, más allá del código, llegar al metal, seguir los cables, las cadenas de producción, cruzar océanos, llegar a los desiertos y las minas. Entender el extractivismo necesario para la tecnología: junto a un mar de datos, un mar de contaminación, de obsolescencia programada, montañas de metales, plásticos y vidas deshechas, bajo un aire saturado de ondas, cercado por desechos satélites en órbitas descontroladas.
Tomar consciencia de todo esto, abrazar las tecnologías desde perspectivas críticas es parte de los nuevos imaginarios posibles, que reubican nuestros sueños de comunicación en una relación corporal territorial en reciprocidad y equilibrio.
Lo digital no es virtual, es territorio.
Nikolas Gomes, Concerto para Piano e Pandemia
La sala negra rodeada de letras de tuits corriendo como papel de pared. Es como entrar en una de esas innumerables salas de música electrónica por las que muchos de nosotros hemos circulado. Es inevitable no pensar en Mark Fisher y su realismo capitalista y ese estado de impotencia para pensar futuros radicalmente distintos a nuestro presente que el tecnocapitalismo nos ha llevado a sentir y creer.
Este viaje espectral que nos invita a experimentar esta pieza desde materialidades ajenas (¿?) a nuestra cotidianeidad (un lienzo de signos digitales crudos) pero que invocan en nuestros cuerpos una posibilidad de danza colectiva. La máquina, como en el techno, ya no como la enemiga inmutable, sino una puerta posible de hackearla, transformarla en espacio sensible, indagando en subjetividades radicales, en un sentipensar colectivo.
En Contraimaginarios Postpandémicos nos interesa el cómo desbordar esas narrativas que blindan lo tecnológico/digital como algo inalcanzable, desnudando la materialidad de la maquinaria extractiva radical que lo sostiene, rompiendo su experticia inalcanzable.
Una planta, una taza mug, una pantalla/cámara, un teclado. El mundo que nos muestra Unreal Window es un entorno confinado y una narración desde el confinamiento producidos con inteligencia artificial (IA). Es un mundo en loop, poblado de cuerpos blancos, dividido en boxes, saturado de pantallas para monitorizarnos unes a otres en nuestros respectivos boxes, e imágenes fluidas y fantasmales que remiten a un exterior despoblado. La ya característica voz de la IA (en este caso basada en James Stewart en la película La ventana indiscreta), de un hombre anglófono, blanco, maduro, con un tono entre melancólico y despiadado y senil, repite “I WISH I WAS CREATIVE”. Tras realizar obras de urgencia sobre las explosiones racistas sinófobas que acompañaron el primer ciclo del COVID-19 en Estados Unidos (y muchos otros lugares), Chanee Choi ahora investiga el poso de la pandemia. Hace apenas un mes, propusimos a estudiantes del curso Imagen-objeto-espacio: miradas transversales, un intercambio de imágenes de lo que podría ser un espacio pospandémico y también encontramos boxes, saturación gráfica, relaciones dañadas, agotamiento. Y, como en La ventana indiscreta, mientras estamos perplejes, sabemos que se está cometiendo un crimen.
Nooroa Tapuni, Waiting for Other
El dibujo permite mostrar imágenes realistas que incluyen varios tiempos y formas cambiantes, varios estados del ser simultáneos e interrelacionados. Tapuni con su dibujo interactivo muestra con delicadeza un cuerpo encadenado, que al recorrerlo (deslizando la mirada en la pantalla de la sala de exposiciones, deslizando el dedo en un dispositivo móvil) cambia de negro a blanco, contiene historias de esclavitud, tal vez libertad, nuevas cadenas, y otras (¿un mapa?) que mi ignorancia situada me impide comprender. Hay cadenas, y hay vuelo; hay piel, y hay historias de muchas personas encadenadas y transportadas como mercancía. Todo ello dentro de un cuerpo individual y presente, que es un cuerpo colectivo y hecho de tiempos múltiples y no lineales. En palabras de Tapuni, akapapa, whakapapa remiten a la cosmología de la interconexión y la continuidad; tu ke (‘estar en diferencia’), al estereotipo negativo aplicado a la piel negra, y te’ta’i, (‘estar como otro, como un antepasado’) a la forma de presencia propia de la ancestralidad. Al poner su perspectiva indígena en relación con la cibernética y el campo digital, redefine qué es la conexión, la máquina, la transcodificación, la interacción. Qué es el yo (self), l*s ancestr*s, l* otr*, la diferencia, la temporalidad.
Jennifer Gradecki + Derek Curry, Infodemic
El tiempo y su aceleración ficcionada por las imágenes desde la productividad capitalista en su versión neoliberal (aunque el tiempo como tal es ficción) y lo que esta produce en nuestros imaginarios es una de las preocupaciones que como grupo de investigación Contraimaginarios Postpandémicos nos atañe, como modo contemporáneo de la “enajenación” marxista, que se refiere a la separación de les trabajadores del producto de su propio trabajo. Esta aceleración se ha llevado incluso consigo certezas construidas por la modernidad como la de la verdad única y unitaria, y habitamos un espacio-tiempo donde las fake news neoliberales resultan ser la nueva verdad y les influencers líderes en el mar confuso del miedo al futuro. Así, hoy habitamos el reino de las incertezas con temor y no vemos su potencial.
Infomedic traduce en imágenes, incluso en momentos desenfocadas, solapadas, todo este mar de narrativas contemporáneas que emergen sin filtro, sin cuestionamientos. Nos interesa explorar esa posibilidad que la incerteza otorga, abrazar la invariable e innumerable posibilidad de mutaciones y los saberes como la infinitud constante.
Xuanyang Huan, Imaginary Sunset
El grupo de investigación Contraimaginarios Postpandémicos estudiamos cómo afecta a nuestros imaginarios la (¿pos?)pandemia. Una de las cuestiones que encontramos repetidas veces es la de la disociación, un término de psicología que remite a un distanciamiento de la realidad: una desconexión de los sentidos, las emociones y los pensamientos, a menudo activada por estar abrumades por ellos. Cuando subo las escaleras que conducen a Imaginary Sunset, y encuentro esta pantalla apoyada como un teléfono móvil en el descansillo, me siento en las escaleras inmediatamente. El ritmo de la secuencia de imágenes silenciosas me relaja, me vacía y me hace consciente de los reflejos dorados, rosados y rojos que los leds de este atardecer sintético envían sobre mi piel. Paso a un estado de contemplación, tomo consciencia del lugar y mi cuerpo en él, mientras veo unos atardeceres producto de la fusión de miles, tal vez millones de imágenes de atardeceres tomadas durante el confinamiento. De nuevo la sensación de agotamiento, crepuscular.
Dejo que el resultado de la dadificación devenga contemplación. Si me entrego al cansancio, si lo permito, puedo encontrar una fuerza distinta en su interior.
¿Qué significa situarse, entender un posible lugar de enunciación dentro del cosmos? ¿Qué significa el futuro a escalas cosmológicas, o necesitamos otra palabra? Mirar el espacio es mirar al pasado. Proyectar su futuro es contemplar una lenta y fría extinción. Las tres secciones de la pieza narran el más universal de los panoramas: se apagará el sistema solar, todas las galaxias, e incluso los últimos agujeros negros se evaporarán. Y subjetivamente hemos mirado en nuestros átomos, y nos han hablado del principio del universo, de los campos cuánticos que ocupamos cada segundo y del fin del tiempo. Si la epopeya del universo es una larga evaporación de todo, marcada por violentos nacimientos de estrellas y galaxias cuyo moribundo polvo componen nuestros cuerpos aquí y ahora, y cuyos colores son memorias, ¿cómo entender los colores que vemos y los átomos que sí podemos tocar? ¿Qué significa soñar? ¿Imaginar?
El grupo Contraimaginarios Postpandémicos es uno de los grupos de investigación residentes en el Santa Mònica en el 2022. Está formado por Jesús Arpal Moya (cooperativa La Caníbal), Nancy Garín y Antoine Silvestre. A lo largo de 2022 escuchan, estudian, propagan, problematizan y hipotetizan imaginarios alternativos a los relatos oficiales producidos en el campo de la representación (culturales, social y políticos) de la crisis del covid 19 y la prolongada pandemia (postpandemia).
Les interesan los multiples desplazamientos, brechas y ajustes provocados por la pandemia, como luces de nuevos imaginarios políticos que potencien futuros posibles. ¿Qué diferencias existen entre la pandemia como relato persistente y el covid-19 como evento histórico? ¿Qué espacio hay para la autogestión de la/s historia/s, la salud y del saber en el relato de la pandemia? ¿Postcovid, precovid, anticovid, subcovid, supercovid, simcovid? ¿Qué imaginarios abiertos durante el contexto pandémico se mantienen o están desapareciendo de las memorias colectivas? ¿Podemos rastrear en ese borrado algunos cambios en la dialectica entre régimen local y hegemonía mundial? Es una investigación artística y no académica, así que alternan distintas tácticas para sentir-pensar-compartir-actuar. Se reúnen los lunes a partir de las 17h en el espacio Mòniques del Santa Mònica.
Otris itinerarios que se pueden hacer:
- Sobre monstruos, fantasmas, zombies y otros seres terroríficos, Paula Bruna y Marta Gracia Valladares
- Espaciotiempos (in)deseados, Daphne Dragona y Jara Rocha
- Una mirada contracatastrófica, Joan Yago y Enric Puig
- Tecnologías para los festivales de los múltiples fines, Paz Peña O.
- Estados de emergencia: el arte en tiempos de pandemia, Israel Rodríguez Giralt
- Un enemigo como el futuro, Ian Alan Paul