¿Qué estás buscando?
Quizás buscas…
Javier Peñafiel
La necrodoméstica de los videojuegos es una metáfora cuántica de la proximidad del terror que sucede, mortífero, a pocos kilómetros de distancia.
Alguien reconocible como un tecnócrata, forzado por transparencia cínica, informa, en este confedrama, del ritual de introversión del daño que sucede entre los usuarios de videojuegos de exterminio, apoyado por una banda sonora de violencias, nos relata cómo «actualizamos» el letal doméstico.
Lo que está en juego no es otra cosa que nuestra capacidad de asimilación del número del exterminio y nuestra altísima tolerancia con la idea de daño: colateral, expandido…
Son nuevas necropatías que han abandonado el principio lúdico para monumentalizar la ansiedad como pura y estricta tortura higienizada. Jugadores liberados, serán presentados, mediante dibujos, para proteger sus vidas.
Javier Peñafiel prefiere trabajar proyectos de larga duración como egolactante (1997-2007); Agencia de intervención en la sentimentalidad, Nueva York y Barcelona (1997-2001); Latido antecedente (2009-2013), Escritorio, Sao Paulo; Mera coincidencia, Lisboa; Os acasos convenientes, Agenda de caducidad de los tiempos drásticos (28 Bienal de São Paulo); Locución Merkel Bachelet, Berlín y Valparaíso. Son proyectos itinerantes, propuestas híbridas de voz y texto. Sus publicaciones Conquista básica, te vuelvo a pedir que te definas, CRU006 y No todo tanto, Fine Arts Unternehmen, actúan como colaboratorios. Escribe y edita piezas parateatrales como Tragedia de las corporaciones. Ignorancia (2000), Voz contraria (2009) y Palacio polifonía (2010).
Actividad en el marco de la exposición Tecnologías de la violencia.
Editor de sonido: Adolf Alcañiz