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Exposición
EL SANTA MÒNICA ABRE NUEVOS INTERROGANTES
EL SANTA MÒNICA ABRE NUEVOS ESPACIOS
EL SANTA MÒNICA ABRE NUEVOS SIGNIFICADOS
El Santa Mònica es un organismo vivo y fluido, como una membrana porosa mutable, que se adapta y se dilata. Ya no es un centro estático, sino que está en constante movimiento y en constante transformación, y crea espacios de participación y reflexión para los artistas y para la ciudadanía.
Por ello, su identidad visual debe ser flexible, participativa, contemporánea, performativa y apropiable en cada uno de los ciclos del centro, con un estilo gráfico que mira hacia el futuro, sin dejar indiferente al usuario e invitándole a la reflexión.
El nuevo logotipo, creado como contenedor y generador de ideas, toma como referencia el claustro actual, que actúa como recurso comunitario de los artistas.
La nueva identidad visual se articula partiendo de la idea de que el Santa Mònica se dilata y se abre. De este modo, todos los elementos de comunicación básicos adoptan una composición al margen y dejan un espacio vacío en el centro. Cada ciclo se apropiará precisamente de este espacio central del cartel.[ts1] El nombre de la exposición adquiere mayor relevancia, el papel del artista ocupa la atención y el centro se queda al margen, como contenedor, como membrana.
Ciclo tras ciclo, el Santa Mònica es habitado por artistas con múltiples voces. El uso de diferentes tipografías tanto en el nombre de la exposición como en otros elementos de la identidad expresa esta pluralidad de participación.
Así pues, a través de un sistema visual complejo, conviven y se articulan los diferentes elementos comunicativos. La identidad de la marca, a pesar de ser fija, se adapta y se escala en diferentes formatos; mientras que la imagen de los ciclos temáticos, planteada en conjunto con los artistas del centro, cambia cada vez.