Silenci al despertar dels mons

Con Simona Malatesta, Lili Marsans  Vicente Barbarroja.

SILENCIO EN EL DESPERTAR DE LOS MUNDOS — 3ª parte: El umbral

“Yo soy parte del sol como mis ojos son parte de mí. Mis pies saben perfectamente que son parte de la tierra y mi sangre que es parte del mar.”
D.H. Lawrence, Apocalipsis.

En el viaje, a la vez iniciático y geográfico salíamos al encuentro de nosotros mismos y el mundo, encuentro que se daba como misterio en el dejar ser destinado a las cosas. Dejar ser destinado a las cosas vivido como apertura a la donación de lo inaudito.

En la visión, despertamos los sentidos interiores y nos dispusimos a la escucha, para dejar advenir imágenes nuevas, llegadas espontáneamente del flujo de imágenes míticas o imágenes extrahumanas, entre el sueño y la vigilia.

En el umbral, zona intermedia de indistinción entre lo sensible y lo inteligible, cuerpo y espíritu, sueño y vigilia llegamos a la estancia donde resuenan los conjuntos rítmicos fundamentales o tonalidades emotivas que definen una situación. Lugar relacional donde se anuda y desanuda nuestra participación en el mundo.

El umbral es lo que está en juego, es el lugar que trata de ser ocupado por las fuerzas hostiles. Ocupación que busca definir lo que es real y lo que no, lo que puede soñarse y lo que no, lo que puede anhelarse y lo que es loco o estúpido anhelar.

Para nosotros se trata de despejar el umbral, barrer, de la apertura al mundo, toda realidad baja, triste y mezquina, como el fantasma de un interés que nos aísla, o el asedio de un miedo que nos encierra y nos bloquea. En el umbral se trata de liberarnos de la obsesión de que hay que ordenarlo todo, de que hay que planificar y gestionar hasta el último detalle de una vida terriblemente breve, y dejar de resistir al vértigo del nacimiento y la muerte, deshacernos del miedo al abismo en el encuentro con lo inesperado, de la misma manera que hay que dejar pasar el flujo de gestos e imágenes visionarias, alucinatorias, que vuelven a conectarnos con el mundo. «A la hora de la revuelta, dejamos de estar solos en la ciudad» (Furio Jesi). Dejar de resistir, dejar pasar, tomados de la mano, pues nada está separado sobre la tierra.

Sobre nuestra investigación puede rastrearse en la web de OVNI o en la web de Al-khimiya http: http://www.alkimia.info. 

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