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Nace un nuevo espacio de participación en el Santa Mònica
El Santa Mònica estrena un nuevo espacio de participación abierto a todo el mundo que funciona a la vez como un lugar de consulta, y un punto de encuentro y conexión entre el centro de artes y la ciudadanía.
A través de instalaciones y recursos interactivos, el espacio, situado al final del vestíbulo, invita a las comunidades artísticas, el vecindario y los visitantes del centro a decir la suya, reflexionar y participar de manera activa de los debates que fundamentan las líneas de investigación del centro, y así contribuir en las exposiciones y proyectos de los próximos años.
Cuestiona, cuestiónate, cuestiónanos
El espacio se abre como espacio de participación activa y reflexión colectiva con una gran instalación creada por el colectivo Domestic Data Streamers. Con el título Qüestiona, qüestiona’t, qüestiona’ns, la instalación funciona como un diálogo abierto estructurado sobre cuatro grandes ejes: centro de artes e institución, cultura y sociedad, protesta y resistencia, y planeta y sostenibilidad. Mediante un formulario, los participantes pueden aportar preguntas y opiniones que, semana tras semana, se convierten en una radiografía dinámica de las perspectivas del público a través de un sistema de votación.
El objetivo es doble: permitir a los visitantes influir en las futuras líneas temáticas del centro y generar debate sobre los contenidos expositivos y el papel del Santa Mònica como espacio artístico y cultural.
Además, para profundizar en las líneas de investigación del centro, se pueden consultar los libros y fanzines que ofrece la Balda, un proyecto impulsado por los artistas residentes del gremio de edición.
Un nuevo vestíbulo para un centro más abierto
La apertura del nuevo espacio coincide con la finalización de las obras de reforma que se han llevado a cabo en el vestíbulo del Santa Mònica y que representan un paso más en el proyecto del centro para impulsar la participación y el acceso a la cultura.
Las dos icónicas puertas de madera pueden ahora permanecer abiertas gracias al nuevo acceso automático de cristal, convirtiendo el vestíbulo en un espacio más abierto y accesible. Para diluir todavía más la frontera entre el dentro y el fuera, se ha escogido un nuevo pavimento continuista con el de la nueva Rambla. Con esta renovación, el Santa Mònica se reafirma como un recurso cultural público al servicio de la ciudadanía, espacialmente de las personas que viven en el Raval y pasan por la Rambla.