VISITA VIRTUAL

Actividad
03 diciembre de 19h - 22:24h
Visita virtual - Mario Santamaría

El Santa Mònica en tus manos sin salir de casa. En la visita virtual del centro no solo podrás recorrer su claustro y sus espacios expositivos, sino que también te adentrarás en sus rincones más inaccesibles, explorarás perspectivas poco habituales y realizarás recorridos que jamás hubieras imaginado. Comienza ahora tu recorrido lleno de curiosidades y contenidos inéditos que no te dejarán indiferente.

 

Deslizarse entre las capas de la pantalla

Por Doreen A. Ríos

Pensemos en la idea de interfaz en general. Una interpretación popular de esta es que es un intermediario: un medio para un fin. Pensamos en las interfaces no como si tuvieran un télos (un objetivo final o la forma deseada), sino como el subproducto de una idea y el precursor de una forma. A grandes rasgos, una interfaz en la era digital remite a pensar que existe para conectarnos entre nosotrxs, humanos, con diversas máquinas, entrando en un proceso de retroalimentación que vincula a nuestros cuerpos con un espacio expandido que, normalmente, existe dentro de una pantalla.

Este planteamiento, llevado a una conversación reciente en torno a la digitalización del todo, nos lleva a un esquema lógico donde, aparentemente, este proceso existe para replicar lo que nos rodea. Sin embargo, aquí cabe hacer la siguiente pregunta: ¿a dónde más podemos llevar estas experiencias?

Está claro que el trabajo de Mario Santamaría se ha enfocado en expandir las posibles respuestas a esta pregunta mediante la hibridación de la experiencia y, sobre todo, a través de transparentar, e incluso encarnar, los procesos que ocurren detrás de las herramientas digitales que utiliza para dar forma a su obra.

El recorrido virtual que Santamaría diseñó para el Santa Mònica es un claro ejemplo de lo que puede suceder cuando exploramos nuestras herramientas más allá de los límites de producción que les han sido asignados. Es una propuesta de navegación arquitectónica que no solo nos confronta con la vulnerabilidad del espacio construido, sino también con las formas de habitar que tienen sus residentes no humanos y las memorias atrapadas por los muros, que se materializan en forma de objetos perdidos. Haciendo un comentario acerca de los múltiples recorridos virtuales producidos en los últimos años, y quizá con un énfasis crítico sobre aquellos que fueron creados durante el 2020, el artista toma como punto de partida la noción del ensayo expandido, es decir, aquel que no se traduce literalmente al espacio existente, sino que busca, a través de sus herramientas de creación, una perspectiva que va más allá de lo que podemos percibir in situ.

Aquí me gustaría ampliar este planteamiento con dos preguntas: ¿qué pasa con las herramientas que son objetos? y, viceversa, ¿qué pasa con esos artefactos que no son únicamente encapsulaciones de facto de sus condiciones de producción y consumo, en el nivel más básico, sino que también comentan críticamente las condiciones de la red y otros factores asociados a las tecnologías usadas en su fabricación? Sin duda, este viaje propuesto por Santamaría transita entre ambos mundos, al reconocer que es posible alcanzar otros objetivos de representación que no están atados a la lógica de la reproducción, sino que comentan acerca de la flexibilidad de las herramientas blandas usadas para su creación.

En este sentido, me parece relevante pensar en el adjetivo soft1 dentro de la palabra software,2 pues, aunque por un lado apunta la suavidad y maleabilidad de los gestos que se pueden crear con estas herramientas, por el otro también apunta al ejercicio del poder blando3 a través de las estéticas dominantes. Con lo anterior, me gustaría incidir en la diversidad de perspectivas colocadas en este recorrido, pues, si bien las herramientas de captura y ampliación usadas por el artista se desdoblan para crear una representación digital de los materiales, texturas, formas y colores presentes en el Santa Mònica, hay una especificidad de la atmósfera que captura que no es la réplica idéntica, sino su gemela mutante: la escala. Claramente, la hegemonía del uso de las herramientas blandas nos seduce para replicar una y otra vez el ejercicio del poder blando que privilegia los formatos que más se asemejan al plano de lo tangible. Sin embargo, esas mismas herramientas blandas aportan la posibilidad de transformarse, reinventarse e invocar otro tipo de sensibilidades.

Esta pieza es un eco disperso enraizado en las máquinas desobedientes, una invitación a mirar más allá de nuestra interfaz más primigenia —el cuerpo— para mirar, y mirarnos, a través de planos desconocidos, y un pasaje que, poco a poco, nos va revelando el interior de las fisuras a las que no podemos ir.

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1. “Blando”.
2. Anglicismo usado para referirse a los programas computarizados.
3. Término acuñado por Joseph Nye para referirse a los ejercicios de imposición ideológica basados en ejercicios a largo plazo vinculados con los productos culturales regularmente relacionados con la perpetuación de ejercicios coloniales, misóginos, homófobos, etc.

 

Accede a la visita desde la primera planta

 

Accede a la visita desde la Rambla

 

 

Doreen A. Ríos (Toluca, México, 1992) es comisaria independiente, profesora e investigadora especializada en cultura digital. Tiene un máster en Comisariado Contemporáneo por la Universidad de Southampton y una licenciatura en Arquitectura por el Tecnológico de Monterrey. Es fundadora de [ANTI]MATERIA, una plataforma que pretende facilitar el intercambio internacional entre profesionales del arte interesados en las prácticas digitales, así como en la investigación de las prácticas creativas digitales.

https://doreenrios.com

 

Un proyecto de Mario Santamaría para el Centre d’Arts Santa Mònica, realizado en septiembre de 2021 con motivo de la exposición de reapertura del centro: Exponer · No exponerse · Exponerse · No exponer.

 

 

http://mariosantamaria.net